sábado, 27 de agosto de 2011

Benalmádena

He pasado la tarde-noche con mi padre en un zoco árabe, mirando vistas increíbles, viendo puestos, comprándome ropa, cenando en un sitio precioso y viendo a un malabarista. Fue ahí donde me di cuenta de lo mucho que me había reído. Y aquí viene la respuesta, he doblado la dosis del antidepresivo, y cuando consigo que todos los malos pensamientos me deje en paz un rato, y sólo actúa la química, parezco feliz. Y me alegro, porque quiero que mi padre piense que lo soy y que no estoy preocupada. Que no pienso en ella en cada vestido o pulsera que veo, en las ganas de parecerme a ella junto a ella.

lunes, 22 de agosto de 2011

La espera

Mañana acompaño a mi padre a hacerse una analítica, le piden marcadores para el cáncer de cólon. No puedo creer que vuelva a pasar lo mismo. No podría soportarlo otra vez. Todos dicen que no será nada, es vivir en una continua espera de que pase lo peor. Y sólo yo lo siento asi. Necesito hablar con alguien que comprenda, quizás por eso escribo esto. Aunque al final hable conmigo misma.

domingo, 21 de agosto de 2011

Noche en vela

Mi madre murió el 10 de Noviembre de 2010 de cáncer de ovario. Después de tres años luchando, manteniendo la esperanza y mintiéndonos a nosotros mismos supongo. Estoy en tratamiento por depresión y pese a la medicación, no puedo dormir. Esta noche siento que no puedo hablar con nadie capaz de comprenderme, de entender mi miedo, mis palpitaciones, mis ganas de que esto termine y sea un sueño. Sólo ella podría ayudarme ahora. No sé que hacer con mi vida, no soportaría ver la enfermedad en alguien más. Quiero dejar medicina, no quiero ser médico, no puedo, no se puede curar, no tiene sentido. Sólo vivo cuando duermo y no tengo pesadillas. Necesito salir.