domingo, 18 de septiembre de 2011

Llevo días aguantando, haciéndome la fuerte, supongo. Hoy no he podido más, ha sido un día raro, cansado, pero al entrar en el garaje ha salido de mi una explosión de lágrimas, me he sentido tan vacía, tan triste, que, no sé por qué, he llamado a mi tía, no a la que suelo llamar siempre, si no, a la optimista, a la bromista, a la pequeña, a la que cuidaba mi madre. Cuando ha respondido, sólo me ha salido un la echo de menos.... Sus consejos han sido directos, crudos y por otra parte, imposibles de cumplir para mí. Creo que hasta que no sufres una depresión, no puedes entender lo que llaman la falta de fuerza interior, el no poder, el no encontrar sentido a nada, la anodinia, el no sentir nada, salvo dolor. A ella no le gustaría verme así, pero es que sin ella no puedo hacerlo. Y eso es algo que la gente no entiende o no quiere oirme decir al menos.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Hoy no puedo parar de pensar en ti, en cómo un abrazo tuyo me llenaría la cara de lágrimas. Tengo mucha gente al lado apoyándome, pero me faltas tú, tu seguridad, tu calor, tu mirada. Tu amor de madre. Me falta mi madre y nadie puede reemplazarte ni un poquito, ni llenar este vacio que siento. Espero que estes en paz, volando quizás...